Ves lo que yo veo?. Mírame, ve directo al centro de mis ojos, siente como todo alrededor se esfuma y pierde importancia, ya poco importan los demás, solo ecos vagos de gente que no entiende, que se queda en lo aparente y no va al centro de las miradas, que no busca la esencia de aquello que es verdaderamente importante, solo quedamos tu y yo, sintiendo esta extraña forma de comunión forjada por tantos años de espera y decepción. Ves lo que yo veo? Sí se que lo ves, estamos conectados, como el quijote y su lanza o el roció y el amanecer, como nuestras miradas y el incansable deseo de estar así, con la atención captada de forma absoluta y ciega, basada en la confianza de un nuevo sentimiento que apenas comienzas a conocer lleno de sorpresas agradables y bienestar. Ven, solo con pensarlo estarás acá, libera mis cadenas cae sobre mi, como una catarata; violenta y agitada, pura y purificando, rompiendo las ataduras que dejaron sendas marcas en mis pies. Libre, cae una y mil veces que de estruendo pasarás a ser melodía, acompasada y cristalina, como el claro de este amanecer.
No es casualidad, es una invitación; la aventura de creer en quien cree en ti solo por que así lo siente, sin tener que demostrárselo a nadie más. Esa es la esencia de la verdadera libertad, dar simplemente por que te quiero, por que tu me quieres por que aceptamos el reto. Es tan fácil querernos cuando se es puro de sentimiento, es tan fácil cuando ya antes as amado y conocido la decepción.
Ves lo que yo veo? Pues sí, y cuando despiertes, pensaras que no es real, que la magia del destino es simplemente una formula de probabilidades, que fue un sueño, incluso me olvidaras, y pasare a ser un vago recuerdo, la fresca sensación de un alegre despertar sin motivo aparente, y así esta bien, pues solo me veras en sueños mientras descansas, donde los prejuicios no existen y mi alma da calor a tu corazón.
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1 comentario:
Mirando al exterior,
hundida entre algodón,
con los ojos nublados...
Mirando sin mirar, a través del cristal,
recordando un pasado
en el que tu estabas junto a mí.
Si pudiera elegir... querría regresar.
Aquel tiempo en el que los dos
pensamos que este amor no tendría final...
Cuando te vi marchar,
entendí que la edad había marchitado.
La flor de nuestro amor con tanta fuerza ardió
que se había apagado.
Más hoy, te vuelvo a ver marchar,
sabiendo que ahora ya no te veré volver.
Te vas, te vas dejándome sin nada que decir
sin nada que ofrecer...
Y déjame que te llore en un rincón,
sé que así será mejor...
Olvidé lo que eras para mí,
ahora sólo siento un dolor sin fin.
Déjame que te llore en un rincón,
sé que así será mejor...
Olvidé lo que eras para mí,
ahora sólo siento un dolor sin fin.
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