jueves, 19 de febrero de 2009

Fue real.

Verso tu, dolor raído, que buscas huellas en otras playas, de tus pasos solo hay la esperanza que en mis costas y dunas soleadas con tu princesa hagamos una danza.
Poema tu, que sin estar, estas, que sin saber de ti yo sé, en mis huesos en mi carne en los días que te sueño en aquella ocasión que te lei por primera vez.
Niña tu, más antes que hoy, mas fiera quizás, de tu boca sabrosa de tus versos no supe más.
Leoncita tu, amada tu,
tenias razón, fue real.
Y yo que no te creí,
Fue real, ahora lo sé.

lunes, 16 de febrero de 2009

Mi vida.

Deslavada, confusa, sin sentido, pálida, muesca de un brillante pero anterior tiempo, renaces hoy, aquí, en frente de mis pupilas que buscan con frenesí tu rostro, tu imagen tu vos, tus caricias perdidas y tu tiempo malgastado, para tomarlo, abrasarlo casi rompiendo tus vértebras, con tanta fuerza y desosiego que ni el piso que arde en llamas puede desviar mi atención de esta búsqueda, de esta mi verdad, desde hoy también la tuya.
Donde estas remanso del guerrero? Quiero descansar, beber de tus cristalinas vertientes el néctar de mi poderosa vitalidad dormida, recobrar el brillo de mis ojos, y la memoria de un nombre femenino único que recordar.
Donde estas? Porque te escondes, porque la espera, porque el incesante tic tac del tiempo provoca en mi la angustia de ver pasar la vida sin tener el recuerdo calido de tu rostro, de tu imagen que desconozco, y que aun así, atesoro como lo mas preciado que me va quedando.
No me digas nada, no aun, no debo saberlo, no quiero despertar todavía, ya será el momento de amarnos hasta el calambre pélvico, de versos susurrados creados al calor de tus caderas, de amar de mil maneras, de atardeceres, de mil cantos, de sirenas de niños, de helados degustados en la plaza, de arrugas y canas, de lentitud y compañía cuando se acerque el día de nuestra despedida, de estas tierras de estas nuestras vidas.
Mi vida.

lunes, 9 de febrero de 2009

Azul

Azul, profunda ilusión, de lagos insondables, de mares embravecidos de tu ausencia, de tus labios finos, de tus besos delicados, de atardeceres grises y de amaneceres claros.
Donde duerme la pureza, donde callan insolentes, y yo de ti adicto, y hoy demente
De tus caricias no dadas, de tu vos ke desconozco y de tu traje de Ada.

Disparo al atardecer

Tripas añejas disparadas desde un cañón al cielo, a lo alto a teñir de gris el cielo, a ensombrecer mis llanos, mis antes verdes pastizales. Hoy es el día que me libro de ti, por fin, encontré la mecha la pólvora y el cañón apropiados. Estruendo en el silencio, instante de muerte, espacios siderales entintados de gris, mi pena se fue con el disparo, y el estruendo no fue tan ensordecedor como cuando se rompió esta ilusión, ke hoy disemino por mil direcciones en lo alto.
Me vuelvo sobre mis pasos, pregunto al viento, y vuelvo a sonreír. Por eso es ke estos días son alegres con un dejo de nostalgia, porke por fin me libre de akel sentimiento putrefacto ke me estaba matando.
Y me siento en el pasto, y miro el cielo llenado mis pulmones de aire y de nostalgia, de fuerzas y de fe.
Podrán venir mil atardeceres sombríos, pero ninguno komo este. Eh firmado en un disparo al cielo mi acta de independencia, mi anhelada libertad.